El hombre de la mochila
Saludos, Yo soy Krimm Gloom y para esta ocasión les contaré un creepypasta muy intimidante para cualquier transeúnte nocturno.
Era de noche, la una de la mañana para ser exactos. La misma pandilla asistía a su punto de reunión, donde se disponían a malgastar su tiempo en el ocio y la vagancia. Parecía ser una noche como cualquier otra, todo estaba tranquilo, no había mucha gente alrededor, solo un silencio abrumador que recorría todo el callejón de mala muerte en el que esos jóvenes preferían estar en vez de sus casas.
Saludos, Yo soy Krimm Gloom y para esta ocasión les contaré un creepypasta muy intimidante para cualquier transeúnte nocturno.
Era de noche, la una de la mañana para ser exactos. La misma pandilla asistía a su punto de reunión, donde se disponían a malgastar su tiempo en el ocio y la vagancia. Parecía ser una noche como cualquier otra, todo estaba tranquilo, no había mucha gente alrededor, solo un silencio abrumador que recorría todo el callejón de mala muerte en el que esos jóvenes preferían estar en vez de sus casas.
Debido al gran silencio de la noche, no pasa mucho tiempo antes de que la pandilla se percate de la presencia de un hombre a lo lejos del callejón. El hombre vestía ropa oscura como; Unos zapatos deportivos estilo Nike color azul rey, un pantalón holgado color negro similar al de una pijama, y una sudadera tipo capucha negra con la frase “CAT” escrita en el pecho.
Su rostro era difícil de apreciar en la inmensa oscuridad que solo unas cuantas luces alcanzaban a disminuir, no obstante sus blancas canas eran tan visibles que era fácil determinar que tendría unos 50 o 60 años de edad
El hombre ya era mayor y llevaba consigo una gran y enorme mochila.
Como era costumbre para ellos asaltar a cualquier peatón que se trasladase por esa ruta,no dudaron ni un segundo en atacar a una presa tan fácil. Siendo ellos unos 6 jóvenes que iban de los 16 a 18 años y aquel hombre solo un anciano.
El líder de la pandilla se acercó a aquel sujeto y sacó una navaja, imponiendo su autoridad del modo más violento, le pidió al hombre que les diera la mochila y así no le harían daño. Tembloroso, el hombre coopero dándoles la mochila y procedió a mostrar una sonrisa desdentada similar a la de cualquier abuelo, acto seguido saco de su bolsillo una pistola y se dispuso a apuntarles en la cabeza a aquellos jóvenes,pero antes de siquiera disparar, aquel hombre decidió correr muy lejos.
La cara de sorpresa de los jóvenes al ver correr a ese hombre tan rápido para su edad era incomparable y aquel momento de tensión que vivieron por tan solo unos breves segundos los seguía manteniendo temerosos, no podían creer lo que había pasado.
Rápidamente decidieron examinar la mochila y lo que vieron los dejo fríos, que más habría en esa mochila sino un montón de restos humanos pertenecientes a una bella mujer, asesinada con suma violencia.
Las preguntas como quien era ese hombre o que hacer con esa mochila, estaban ahora demás...
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